Pudding de arroz.

Fuera de nuestras fronteras un pudding de arroz es un arroz con leche más o menos tradicional según lo conocemos, con variaciones en el tipo de leche (muchas veces se emplea leche de coco o similar) entre otras; pero no es este el caso.

Es un postre que cocinamos en dos fases bien diferenciadas: por un lado el arroz y por otro la crema o natilla para juntarlos al final y conseguir algo un poco diferente a lo que estamos acostumbrados.

A alguien le puede parecer una mezcla extraña o incompatible, dulce-salado, pero animo a probarlo antes de sacar conclusiones precipitadas.

Por otro lado, al cocer el arroz con una hoja de laurel de da un sabor completamente diferente...

Ingredientes:

Nº raciones: 2

• 1/4 tacita (de café) de arroz redondo
• agua (triple que de arroz, aproximadamente)
• sal
• laurel
• 2 yemas
• 50 gr azúcar
• 25 gr maizena
• 250 ml leche
• 1 rama de canela
• cáscara de limón

Elaboración.

Comenzamos cocinando el arroz; la cantidad es poca, por lo que apenas requiere tiempo. En la cazuela echamos el agua, el arroz, una hoja de laurel y un poco de sal y dejamos cocer removiendo de vez en cuando para que no se nos pegue hasta que se haya consumido todo el líquido. Debemos dejar bien cocido el arroz, que no esté duro, pero que tampoco se nos pase.

Una vez listo lo dejamos enfriar y reservamos.

Para la natilla primero infusionamos la leche, reservando un poco; para ello ponemos en el fuego suave unos 200 ml de ella con la canela y la cáscara de limón y calentamos pero sin que llegue a hervir. Una vez caliente retiramos del fuego y dejamos templar.

Mientras tanto vamos batiendo las yemas con el azúcar, la maizena y los 50 ml de leche que reservamos previamente; debemos tener una mezcla homogénea y sin grumos.

Colamos la leche que hemos infusionado para retirar la canela y el limón y le añadimos la mezcla de yemas y azúcar. Llevamos al fuego y cocinamos a potencia baja-media removiendo para que no se nos pegue ni se nos hagan grumos; la cantidad es pequeña, por lo que no se tarda mucho, así que sin dejar hervir y removiendo constantemente cocinamos hasta que comienza a espesar, más o menos que tenga la textura de una mahonesa ligera, tal vez un poco menos, pues al enfriarse seguirá espesando la crema.

Retiramos del fuego y le añadimos el arroz que tenemos cocido, previamente sueltos lo granos. Mezclamos bien y distribuimos en los recipientes en que los serviremos.

Para evitar que se nos forme costra lo tapamos con film transparente o papel de aluminio, que quede tocando la superficie.

Reservamos hasta el momento en que lo vayamos a degustar, espolvoreando la superficie con un poco de canela en polvo.

Muy bueno.

MGJ.