Cuando las hice por primera vez, en el momento de degustarlas me llevé una sorpresa de lo más agradable, pues el sabor del tomate a la plancha, tierno, combinado con el queso ligeramente fundido en absoluto me dejó indiferente. Y las posibilidades son enormes, pues dependiendo del tipo de queso que empleemos le daremos mayor protagonismo a uno u otro ingrediente, podemos conseguir sabores fuertes e intensos o sutiles, lo que el cuerpo nos pida en el momento.
Los ingredientes normalmente los tenemos en casa, por lo que en cualquier momento nos podemos poner manos a la obra: ante una visita inesperada, para un aperitivo, un entrante, una cena ligera...
Ingredientes:
- Pan en rebanadas (tantas como tostas queramos hacer, en este caso 3).
- 1 Tomate.
- Queso Gorgonzola.
- Orégano.
- Reducción de balsámico.
Elaboración:
En esta ocasión he empleado pan tostado, por lo que no requiere que le hagamos nada. Otras veces, cuando uso pan "normal" lo corto en rebanadas y lo tuesto.
Cortamos el tomate en rodajas en torno a 1 cm de grosor y las cocinamos en la sartén simplemente impregnada de aceite a fuego medio - alto. Cuando vaya dorándose volteamos para cocinar por la otra cara.
Una vez cocinado el tomate lo retiramos con cuidado para que no se rompan las rodajas y las montamos sobre las rebanadas de pan.
Aún en caliente añadimos el queso cortado en láminas finas y espolvoreamos con el orégano; finalmente decoramos con un hilo de reducción de balsámico y servimos.
Como el tomate está aún caliente podemos ver como se va fundiendo poco a poco el queso.
MGJ.
¿Qué tipo de tomate has usado? Parece poco rojo
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